No te imaginas el caudal de bendiciones que obtendrás como repuesta a los interrogantes que suscitó un fracaso.
Si pudieras ver el panorama general comenzarías a considerar al fracaso como uno de los mejores aliados de tu crecimiento.
Nada ofrece una mejor oportunidad de evolución que las circunstancias adversas.
Algunos fracasos son ventanas que se cierran para permitirte ver una puerta de oportunidad más grande, otros son postes indicadores de un camino errado.
Otros más son finales necesarios que dejan espacio a nuevos comienzos, muchos de ellos son simplemente la respuesta a tus intenciones.
Cada fracaso es una alarma que te invita a despertar, comienzas quejándote y sintiéndote victima por un tiempo y luego, lentamente, te vas dando cuenta de tu responsabilidad en esta situación:
Hiciste una mala elección, tomaste una decisión equivocada, deseaste algo que requería de este fracaso para ser manifestado.
Si, muchas veces eso de lo cual reniegas es la respuesta a una creación consciente o inconsciente.
Es porque aún no comprendes el poder de tu intención, de tus palabras y pensamientos creadores de realidad.
¡Ten cuidado con lo que pides porque lo obtendrás!
Ese es un poder que posees pero aún no sabes utilizar, ignorar las leyes de la creación no te exime de sus efectos, eres causa de todo en tu vida y ejerces este poder sin responsabilidad.
Entonces cuando fracasas te sientes victima de las circunstancias y tu actitud negativa empeora las cosas, sigues creando más y más de lo mismo.
Despertar es tomar conciencia de ese poder, comenzar a preguntar: ¿De dónde proviene?, ¿Por qué lo posees?, ¿Qué te hace merecedor de ese privilegio?
Cuando preguntas te diriges poco a poco a la verdad, al descubrimiento de lo que eres y de todo lo que puedes hacer con tu vida si eliges ejercer tus dones con responsabilidad.
Una primera pregunta te llevará sin duda por un camino de conocimiento.
Esa pregunta inicial expresa tu intención de conocer la verdad, has elegido salir de la ignorancia y tu elección ha sido aceptada.
Sin duda tu fracaso te regala el mayor tesoro al que puedes aspirar en tu vida: conocer quien eres, entender tu grandeza y poder, acceder a la fuente creativa que habita en ti.
Aprender las leyes de la creación y aplicarlas sabiamente para recibir todo lo que espera tu intención para manifestarse, encontrar un refugio en el cual resguardarte mientras la tormenta pasa.
No te imaginas el caudal de bendiciones que obtendrás como repuesta a los interrogantes que suscitó un fracaso.
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